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Dia de las Velitas: Qué es, por qué se celebra y cómo participar

En Colombia, pocas noches despiertan tanta emoción como la del Día de las Velitas. Las calles se llenan de luz, las familias se reúnen y el ambiente se siente diferente: cálido, alegre y lleno de esperanza. Esta tradición marca el inicio de la Navidad y une a todo un país alrededor de un mismo brillo.

Cada 7 de diciembre, millones de familias encienden pequeñas velas y faroles que transforman calles, balcones y parques en un mar de luces cálidas. Es un gesto que va más allá de la belleza visual: representa esperanza, unión y gratitud. Esa luz simbólica no sólo inaugura la temporada navideña, sino que también invita a la reflexión, al agradecimiento y a pedir deseos.

En este artículo descubrirás qué significa realmente el Día de las Velitas, por qué se celebra cada 7 de diciembre, de dónde nace esta costumbre y qué papel tiene la oración en este momento tan especial. Sigue leyendo y conoce todo sobre una de las celebraciones más queridas y luminosas de Colombia.

¿Qué es el Día de las Velitas?

El Día de las Velitas se celebra cada año en Colombia la noche del 7 de diciembre como una vigilia festiva en torno al dogma católico de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que litúrgicamente corresponde al 8 de diciembre.

La celebración tiene sus raíces en la tradición católica que honra la Inmaculada Concepción de la Virgen María, cuyo día oficial es el 8 de diciembre. Según la creencia, la luz de las velitas simboliza la pureza y la fe, recordando el anuncio del arcángel Gabriel a María de que sería la madre de Jesús.

Más que una fecha en el calendario, el Día de las Velitas es una invitación a detenerse, mirar la luz y compartirla con quienes más queremos. Es el punto de partida de la Navidad en el país y una de esas tradiciones que, aunque cambien los años o los lugares, siempre conserva su esencia: unir corazones alrededor de una pequeña llama que ilumina la esperanza.

Durante esa noche, los hogares, barrios, ciudades enteras prenden velas y faroles como símbolo de luz, esperanza y unión familiar. Aunque su raíz es religiosa, la celebración ha evolucionado para ser un momento de gran alegría, familia y comunidad, incluso fuera del ámbito puramente de fe.

¿Por qué se celebra la vigilia el 7 y no solo el 8?

Aunque la fiesta litúrgica se conmemora el 8 de diciembre, en Colombia la noche del 7 se vive la vigilia.

¿Por qué? Según diversos historiadores, fue cuestión de logística social y religiosa: encender velas la víspera permitía preparar la celebración del 8 de diciembre con tranquilidad, más aún en la época colonial cuando la iluminación pública era limitada.

También, el hecho de encender velas el 7 promueve la participación de toda la familia, da paso a la fiesta y al inicio de la temporada navideña, una señal de que “algo está por venir”. Por eso hoy muchas localidades prenden velas tanto el 7 como en algunos casos durante la madrugada del 8.

¿Por qué se llama “Día de las Velitas”?

El nombre proviene directamente de la costumbre de prender velas (“velitas”) la noche del 7 de diciembre como vigilia de la Inmaculada Concepción. Según la historia, cuando el Papa Pío IX proclamó el dogma el 8 de diciembre de 1854 mediante la bula Ineffabilis Deus, los devotos ya estaban la noche anterior encendiendo velas en textura de vigilia.

Con el tiempo, la tradición española trasladada al territorio colombiano evolucionó hacia una práctica popular que se convirtió en seña de identidad nacional. Entonces, la palabra “velitas” representa ese gesto de luz humilde y masiva que cada familia realiza esa noche.

Más allá de la luz, esta noche es un momento para compartir. Se preparan comidas tradicionales (como buñuelos y natilla en algunas regiones), se visita a familiares, se recuerda a quienes faltan, se pide por salud y bienestar y se enciende cada vela con una intención. 

Para muchos, es el momento ideal de dar gracias por el año que culmina y de proyectar deseos para el año entrante. Esta parte del ritual conecta directamente con la oración de la fecha.

Hoy, es la excusa perfecta para:

  • Comida Típica: Degustar platos tradicionales que solo aparecen en esta época, como la deliciosa natilla y los buñuelos.
  • Encuentro Social: Visitar a familiares y amigos, y compartir un momento de reflexión y alegría antes del frenesí navideño.
  • Iluminación Artística: Disfrutar de los alumbrados públicos que son inaugurados esa misma noche en las principales ciudades.

Ciudades para celebrar el Día de las Velitas

Aunque todo el país se ilumina con miles de velas cada 7 de diciembre, cada región vive esta noche a su manera. Algunas ciudades transforman las calles en verdaderos espectáculos de luz, mientras otras conservan una esencia más tradicional y familiar.

Aquí te contamos los lugares donde el Día de las Velitas se siente con mayor intensidad, ideal para quienes quieren disfrutar de la cultura, la fe y la alegría que caracterizan a Colombia.

Bogotá: la capital se llena de luz y unión

En la capital, el Día de las Velitas marca el inicio oficial de la Navidad. Las familias bogotanas salen a caminar por los parques y avenidas decoradas con faroles y luces, especialmente en lugares emblemáticos como el Parque Simón Bolívar, Usaquén o la carrera 7.

Museos, centros comerciales y cafés se mantienen abiertos hasta tarde, creando una atmósfera cálida y vibrante. La icónica Torre Colpatria y la Plaza de Bolívar se convierten en puntos de encuentro para observar la iluminación navideña y disfrutar de conciertos y actividades culturales.

Medellín: alumbrados, tradición y fiesta popular

Medellín lleva el Día de las Velitas a otro nivel con sus famosos Alumbrados Navideños, reconocidos en toda Latinoamérica. Durante esta noche, las orillas del río Medellín y los parques principales se encienden con millones de luces de colores.

Además, la ciudad celebra el tradicional Desfile de Mitos y Leyendas, un evento que mezcla arte, música y tradición con carrozas gigantes y personajes típicos del folclor colombiano. La noche termina con música, fuegos artificiales y un ambiente que combina devoción y alegría.

Quimbaya: el corazón artesanal del Eje Cafetero

En el municipio de Quimbaya, en el departamento del Quindío, el Día de las Velitas se transforma en arte con el famoso Festival de Velas y Faroles. Este concurso, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial del Quindío, reúne a miles de visitantes que recorren las calles adornadas con más de 40 mil faroles hechos a mano.

Las creaciones, elaboradas por artesanos locales, representan escenas religiosas, mensajes de paz y figuras coloridas que iluminan toda la noche. Es una experiencia única que combina tradición, creatividad y hospitalidad cafetera.

Villa de Leyva: un espectáculo colonial de luz

Villa de Leyva, en Boyacá, se convierte en uno de los destinos más encantadores durante esta fecha. El pueblo colonial organiza el tradicional Festival de Luces, donde la plaza principal se llena de velas, música y fuegos artificiales.

Los visitantes disfrutan de una atmósfera mágica entre calles empedradas y fachadas blancas adornadas con faroles. Cada año, miles de personas viajan hasta aquí para vivir una de las celebraciones más fotogénicas y simbólicas del país.

Cali: tradición, memoria y color

En Cali, el Día de las Velitas tiene un toque emotivo y espiritual. Muchas familias se reúnen en el Cementerio Jardines del Recuerdo para encender velas en honor a sus seres queridos, creando un paisaje lleno de paz y luz.

Al mismo tiempo, los parques y avenidas del centro se llenan de decoraciones y alumbrados públicos, marcando el inicio de la temporada festiva. La mezcla entre homenaje y celebración convierte a Cali en un lugar especial para vivir esta tradición.

Barranquilla: música, faroles y sabor caribeño

En la costa atlántica, Barranquilla celebra el Día de las Velitas con el ritmo alegre que la caracteriza. Las familias colocan faroles de colores en los balcones y calles mientras suenan canciones tradicionales como Las cuatro fiestas e Inmaculada, compuestas por el barranquillero Adolfo Echeverría.

En algunos barrios, las velas se encienden desde la madrugada del 8 de diciembre, y no faltan la música, la comida típica y los encuentros entre vecinos. Es una noche donde la fe se mezcla con el sabor del Caribe.

Tip de Viaje: la mejor forma de explorar

Dado que cada ciudad tiene su propio encanto para el Día de las Velitas, alquilar un vehículo te ofrece la libertad de diseñar tu propia «Ruta de la Luz». 

Con un carro, puedes descubrir el espectáculo de Medellín un día y al día siguiente recorrer las calles coloniales de Villa de Leyva o los faroles de Quimbaya sin depender de horarios fijos. ¡Asegura tu comodidad y tu aventura para vivir la Navidad colombiana al máximo!

Conclusión

Recorrer Colombia en esta época es vivir un país que brilla desde sus ciudades hasta sus pueblos. Cada vela encendida es una muestra de fe, cultura y alegría compartida.

El Día de las Velitas es mucho más que una fecha en el calendario. Es una tradición que combina fe, cultura, luz y familia. Al entender qué es, qué ocurre y por qué lo vivimos los colombianos cada 7 de diciembre, ganamos una experiencia más rica, más consciente.

Y si estás planeando vivir esta experiencia por carretera, alquilar un carro con Rentcars puede ser la forma perfecta de descubrir los diferentes destinos a tu ritmo, deteniéndote en cada celebración para disfrutar de la magia de la Navidad colombiana.

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